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Género y pensamiento político emigrado. Hannah Arendt y
Resumen/abstractos: La culpa, además de la punibilidad y la culpabilidad, constituye un elemento de la definición de un delito. La literatura científica describe ampliamente los problemas relativos a la esencia de la culpabilidad y crea sus definiciones. Sin embargo, no hay acuerdo a este respecto y se han propuesto algunas teorías más importantes sobre la culpabilidad. El código de 1997 introdujo por primera vez la declaración de culpabilidad y las soluciones sobre la culpabilidad que difieren principalmente de las anteriores. El autor del presente artículo intenta acercarse al problema de la culpabilidad, su importancia para la responsabilidad penal y trata de señalar qué soluciones relativas a la culpabilidad del autor se han adoptado en el código actual.
Qué es un sistema inquisitorial
Autor(es): Cristinel GhigheciAsignatura(s): Derecho, Constitución, JurisprudenciaPublicado por: Societatea de Stiinte Juridice si AdministrativePalabras clave: culpa; teoría de la representación; conciencia; voluntad; teoría normativa
Resumen/abstracto: En el art. 16 párrafo (1) – (4), el nuevo Código Penal rumano se refiere a algunos procesos psicológicos, como la representación y la fuerza de voluntad, lo que nos lleva a pensar que se ha conservado la teoría psicológica de la culpabilidad, siendo también mencionada en el art. 19 del antiguo Código Penal. Esta teoría de la culpabilidad ha conocido muchas tendencias a lo largo del tiempo, entrando en nuestra doctrina y legislación como la teoría de la representación. Según esta teoría cuando alguien quiere realizar un determinado acto físico prevé las consecuencias de ese acto, lo que significa que en su mente tiene la representación (la imagen) de las consecuencias naturales que siguen a esa actividad, y esta representación del resultado, la finalidad de la actividad voluntaria, es un acto de conciencia que acompaña al acto de voluntad. Estos son los puntos de referencia que deben tenerse en cuenta cuando los jueces analizan la culpabilidad penal siempre que se haya cometido un delito con arreglo al derecho penal.
Normatividad, moral y epistémica
En la mayoría de las sociedades occidentales, la culpa se considera una emoción moral vital. Además de desempeñar un papel central en el desarrollo y el progreso moral, muchos consideran que la capacidad de sentir culpa es un rasgo definitorio de la propia moralidad: ninguna persona verdaderamente moral escapa a la punzada de la culpa cuando ha hecho algo malo. Pero los defensores de la importancia de la culpa se enfrentan a importantes retos, como distinguir las formas sanas de las patológicas de la culpa, y dar cuenta del hecho de que no todas las culturas valoran la culpa del mismo modo, si es que lo hacen. En este volumen, filósofos y psicólogos se reúnen para reflexionar de forma más sistemática sobre la naturaleza y el valor de la culpa. El libro comienza con capítulos sobre los orígenes biológicos y la naturaleza psicológica de la culpa y pasa a discutir las concepciones culturalmente enriquecidas de la culpa y su valor que encontramos en diversas tradiciones filosóficas orientales y occidentales. Además, en numerosos capítulos se analizan las formas saludables o moralmente valiosas de la culpa y sus sombras patológicas o irracionales.
Acabar con la supremacía blanca requiere que los blancos se den cuenta
Hay tres motivaciones principales que pueden explicar el cumplimiento de las normas sociales: el miedo al castigo de los compañeros, el deseo de la estima de los demás y el deseo de satisfacer las expectativas de los demás. Aunque todas desempeñan un papel, sólo el deseo de satisfacer las expectativas de los demás puede mantener el cumplimiento cuando no es posible la supervisión pública ni privada. Los modelos teóricos han demostrado que ese deseo puede sostener las normas sociales, pero faltan pruebas empíricas. Además, no está claro si este deseo se extiende sobre las expectativas “empíricas” o “normativas” de los demás. Proponemos un nuevo diseño experimental para aislar esta motivación e investigar qué tipo de expectativas se inclinan a cumplir las personas. Los resultados indican que, cuando nadie puede asignar sanciones materiales o inmateriales, la percepción de la legitimidad de las expectativas normativas de los demás puede motivar a un número significativo de personas a cumplir normas sociales costosas.
Nuestra vida cotidiana está estructurada en torno a muchas situaciones sociales recurrentes en las que elegimos actuar de forma que se ajuste al menos a una norma social subyacente. Saludar es sólo un ejemplo mundano en el que solemos comportarnos como se espera que lo hagamos: uno está dispuesto a extender la mano derecha para saludar, pero se inclina en su lugar si se espera que se incline (como ocurre en Japón, por ejemplo). La cola para coger un taxi en el aeropuerto es otro ejemplo común: si se espera que la gente espere en la cola antes de reclamar un taxi gratuito, suele ajustarse a esta expectativa compartida. Cuando no existe esa expectativa compartida, la gente se comporta de forma mucho menos predecible. ¿Por qué la gente suele cumplir las normas sociales?