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Una prueba o examen (examen o evaluación) es una evaluación educativa destinada a medir los conocimientos, la habilidad, la aptitud, la aptitud física o la clasificación de una persona en muchos otros temas (por ejemplo, las creencias)[1] Una prueba puede administrarse verbalmente, en papel, en un ordenador o en un área predeterminada que requiere que la persona que se somete a la prueba demuestre o realice un conjunto de habilidades.
Los tests varían en estilo, rigor y requisitos. No existe un consenso general ni una norma invariable para los formatos y la dificultad de las pruebas. A menudo, el formato y la dificultad de la prueba dependen de la filosofía educativa del instructor, la materia, el tamaño de la clase, la política de la institución educativa y los requisitos de los organismos de acreditación o gobierno.
Un examen puede administrarse de manera formal o informal. Un ejemplo de prueba informal es una prueba de lectura administrada por un padre a un niño. Una prueba formal puede ser un examen final administrado por un profesor en un aula o una prueba de coeficiente intelectual administrada por un psicólogo en una clínica. Las pruebas formales suelen dar lugar a una calificación o a una puntuación de la prueba[2]. La puntuación de una prueba puede interpretarse con respecto a una norma o a un criterio, u ocasionalmente a ambos. La norma puede establecerse de forma independiente o mediante el análisis estadístico de un gran número de participantes.
Una prueba o examen (examen o evaluación) es una evaluación educativa destinada a medir los conocimientos, la habilidad, la aptitud, la aptitud física o la clasificación de una persona en muchos otros temas (por ejemplo, las creencias)[1] Una prueba puede administrarse verbalmente, en papel, en un ordenador o en un área predeterminada que requiere que la persona que se somete a la prueba demuestre o realice un conjunto de habilidades.
Los tests varían en estilo, rigor y requisitos. No existe un consenso general ni una norma invariable para los formatos y la dificultad de las pruebas. A menudo, el formato y la dificultad de la prueba dependen de la filosofía educativa del instructor, la materia, el tamaño de la clase, la política de la institución educativa y los requisitos de los organismos de acreditación o gobierno.
Un examen puede administrarse de manera formal o informal. Un ejemplo de prueba informal es una prueba de lectura administrada por un padre a un niño. Una prueba formal puede ser un examen final administrado por un profesor en un aula o una prueba de coeficiente intelectual administrada por un psicólogo en una clínica. Las pruebas formales suelen dar lugar a una calificación o a una puntuación de la prueba[2]. La puntuación de una prueba puede interpretarse con respecto a una norma o a un criterio, u ocasionalmente a ambos. La norma puede establecerse de forma independiente o mediante el análisis estadístico de un gran número de participantes.
Los exámenes son una herramienta de evaluación muy común en las universidades y existen muchos tipos de preguntas de examen. Esta hoja de consejos contiene una breve descripción de siete tipos de preguntas de examen, así como consejos para utilizar cada una de ellas: 1) de opción múltiple, 2) de verdadero/falso, 3) de emparejamiento, 4) de respuesta corta, 5) de ensayo, 6) orales y 7) computacionales. Recuerde que algunos exámenes pueden realizarse eficazmente en un entorno seguro en línea en un laboratorio informático supervisado o asignarse como exámenes en papel o en línea para llevar a casa.
Las preguntas de opción múltiple se componen de una pregunta (tallo) con múltiples respuestas posibles (opciones), incluyendo la respuesta correcta y varias respuestas incorrectas (distractores). Normalmente, los estudiantes seleccionan la respuesta correcta rodeando el número o la letra asociada, o rellenando el círculo asociado en la hoja de respuestas de lectura mecánica.
Por lo general, los alumnos pueden responder a este tipo de preguntas con bastante rapidez. Por ello, suelen utilizarse para evaluar los conocimientos de los alumnos sobre una amplia gama de contenidos. La creación de estas preguntas puede llevar mucho tiempo, ya que a menudo es difícil generar varios distractores plausibles. Sin embargo, pueden calificarse muy rápidamente.
Tipos de test en educación
Gran parte de la eficacia en la realización de un examen se debe a la forma de prepararlo. Debes estudiar de manera que conozcas el contenido por dentro y por fuera, hacia delante y hacia atrás, etc., y luego ser capaz de tomar lo que sabes y aplicarlo a escenarios/problemas/preguntas desconocidas. A continuación, deberás utilizar este aprendizaje para prepararte para el tipo de examen que vayas a realizar: te prepararás y practicarás el contenido de forma diferente para un examen de redacción que para un examen de opción múltiple o de resolución de problemas.
Una vez que hayas llevado a cabo esta preparación a varios niveles, puede ser útil contar con estrategias para realizar el examen que sean específicas para el tipo de preguntas que te harán. Sigue leyendo para conocer las estrategias que puedes utilizar en los exámenes de opción múltiple, en los de preguntas de ensayo y en los de resolución de problemas.
Los exámenes de opción múltiple pueden resultar complicados a veces. Dado que están diseñados para asegurarse de que conoces la información, estos exámenes suelen incluir algo más que preguntas de reconocimiento, de vocabulario y de nivel de conocimientos; a menudo te exigen que hagas cálculos, que apliques conceptos a nuevas situaciones y que pienses de forma crítica sobre lo que has aprendido en el curso. Tienes que conocer el material del curso al dedillo y ser capaz de tomar lo que puede parecer material desconocido en el examen y aplicar lo que has aprendido hasta ese momento para deducir tu respuesta.