Que es la justicia

Vivir la justicia

La justicia, en su sentido más amplio, es el principio de que las personas reciben lo que merecen, y la interpretación de lo que constituye “merecer” se ve afectada por numerosos campos, con muchos puntos de vista y perspectivas diferentes, incluidos los conceptos de corrección moral basados en la ética, la racionalidad, el derecho, la religión, la equidad y la imparcialidad. En ocasiones, el Estado se esfuerza por aumentar la justicia mediante el funcionamiento de los tribunales y la aplicación de sus sentencias.

En consecuencia, la aplicación de la justicia difiere en cada cultura. Las primeras teorías sobre la justicia fueron expuestas por los filósofos de la antigua Grecia, Platón, en su obra La República, y Aristóteles, en su Ética a Nicómaco. A lo largo de la historia se han establecido diversas teorías. Los defensores de la teoría del mandato divino han dicho que la justicia procede de Dios. En el siglo XVII, filósofos como John Locke decían que la justicia deriva del derecho natural. La teoría del contrato social decía que la justicia se deriva del acuerdo mutuo de todos. En el siglo XIX, filósofos utilitaristas como John Stuart Mill dijeron que la justicia se basa en los mejores resultados para el mayor número de personas. Las teorías de la justicia distributiva estudian qué se debe distribuir, entre quiénes se debe distribuir y cuál es la distribución adecuada. Los igualitarios han dicho que la justicia sólo puede existir dentro de las coordenadas de la igualdad. John Rawls utilizó la teoría del contrato social para decir que la justicia, y especialmente la justicia distributiva, es una forma de equidad. Robert Nozick y otros dijeron que los derechos de propiedad, también dentro del ámbito de la justicia distributiva y el derecho natural, maximizan la riqueza general de un sistema económico. Las teorías de la justicia retributiva dicen que las infracciones deben ser castigadas para garantizar la justicia. La justicia restaurativa (también llamada a veces “justicia reparadora”), estrechamente relacionada, es un enfoque de la justicia que se centra en las necesidades de las víctimas y los delincuentes.

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Una teoría de la justicia

Los argumentos sobre la justicia o la equidad tienen una larga tradición en la civilización occidental. De hecho, ninguna idea de la civilización occidental ha estado más vinculada a la ética y la moral que la idea de justicia. Desde la República, escrita por el antiguo filósofo griego Platón, hasta Teoría de la Justicia, escrita por el difunto filósofo de Harvard John Rawls, todas las obras importantes sobre ética han sostenido que la justicia forma parte del núcleo central de la moralidad.

La justicia significa dar a cada persona lo que merece o, en términos más tradicionales, dar a cada persona lo que le corresponde. Justicia y equidad son términos estrechamente relacionados que a menudo se utilizan hoy en día indistintamente. Sin embargo, también ha habido interpretaciones más distintas de los dos términos. Mientras que la justicia se ha utilizado normalmente con referencia a un estándar de rectitud, la imparcialidad se ha utilizado a menudo con respecto a la capacidad de juzgar sin referencia a los propios sentimientos o intereses; la imparcialidad también se ha utilizado para referirse a la capacidad de hacer juicios que no son excesivamente generales, sino que son concretos y específicos para un caso particular. En cualquier caso, la noción de ser tratado como se merece es crucial tanto para la justicia como para la equidad.

La justicia de las mujeres

La conexión entre la justicia social y los derechos humanos se ha reforzado con los años. Para los activistas y los gobiernos ha quedado claro que uno no puede existir sin el otro. Cuando una sociedad es justa, protege y respeta los derechos humanos de todos. Esta conexión es esencial, ya que los derechos humanos se reconocen en todo el mundo. Diversos tratados ayudan a que los gobiernos rindan cuentas.

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Poder acceder a elementos esenciales como la vivienda, la alimentación y la educación es crucial para una sociedad justa. Si el acceso está restringido por factores como el género, la raza o la clase social, se produce un sufrimiento para los individuos, las comunidades y la sociedad en su conjunto. Los activistas de la justicia social trabajan para aumentar y restablecer el acceso, dando a todos las mismas oportunidades para una buena vida.

La justicia social no es posible si sólo se escuchan algunas voces. Por desgracia, eso es lo que ocurre a menudo y las voces de los marginados y vulnerables son silenciadas. Incluso cuando la sociedad intenta abordar los problemas, las soluciones no funcionarán si los más afectados no pueden participar en el proceso. Hay que fomentar y recompensar la participación para que todo el mundo -especialmente los que no han tenido oportunidad antes- pueda hablar.

Ensayo sobre la justicia

Los argumentos sobre la justicia o la equidad tienen una larga tradición en la civilización occidental. De hecho, ninguna idea de la civilización occidental ha estado más vinculada a la ética y la moral que la idea de justicia. Desde la República, escrita por el antiguo filósofo griego Platón, hasta Una teoría de la justicia, escrita por el difunto filósofo de Harvard John Rawls, todas las obras importantes sobre ética han sostenido que la justicia forma parte del núcleo central de la moralidad.

La justicia significa dar a cada persona lo que merece o, en términos más tradicionales, dar a cada persona lo que le corresponde. Justicia y equidad son términos estrechamente relacionados que a menudo se utilizan hoy en día indistintamente. Sin embargo, también ha habido interpretaciones más distintas de los dos términos. Mientras que la justicia se ha utilizado normalmente con referencia a un estándar de rectitud, la imparcialidad se ha utilizado a menudo con respecto a la capacidad de juzgar sin referencia a los propios sentimientos o intereses; la imparcialidad también se ha utilizado para referirse a la capacidad de hacer juicios que no son excesivamente generales, sino que son concretos y específicos para un caso particular. En cualquier caso, la noción de ser tratado como se merece es crucial tanto para la justicia como para la equidad.