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Qué es la participación de la víctima
Las víctimas tienen un papel importante en todo el sistema de justicia penal que incluye la denuncia del delito, el testimonio en el juicio y la presentación de una declaración de impacto de la víctima. El papel de las víctimas está respaldado por el derecho a la información, la participación, la protección y la solicitud de restitución. También hay recursos disponibles para las víctimas que pueden ayudarlas en el proceso.
No todas las personas acusadas de un delito serán detenidas. Un acusado que es detenido y puesto a disposición judicial puede quedar en libertad bajo fianza. Un juez decide si pone en libertad al acusado en una audiencia de fianza. El juez debe considerar cualquier prueba presentada sobre la necesidad de garantizar la seguridad de cualquier víctima o testigo del delito.
Todos los casos penales se inician en los tribunales provinciales y la mayoría se tramitan allí. En el derecho canadiense, los delitos se tratan como agravios contra la sociedad en su conjunto, no simplemente como asuntos privados entre dos personas, aunque a menudo los individuos sufran lesiones o daños. Por lo tanto, un fiscal de la Corona no es el abogado de la víctima, sino que actúa en nombre de todos los miembros del público.
Por qué se considera a la víctima como la persona olvidada en el sistema de justicia penal
3.1 En el capítulo 2 se han descrito las reformas legislativas y procesales que más han influido en el cambio del papel de las víctimas en el proceso penal en los últimos 30 años. Estas reformas han ido acompañadas de cambios significativos en la información y el apoyo disponibles para las víctimas con el fin de ayudarlas a contribuir al proceso, reduciendo al mismo tiempo el riesgo de quedar traumatizadas como resultado.
3.2 Las expectativas y percepciones de las víctimas sobre el proceso penal difieren y sus necesidades son complejas y variables. Muchas expresan su satisfacción con la interacción con los organismos de investigación, acusación y servicios a las víctimas, y parece que la confianza de las víctimas en el sistema de justicia ha aumentado[1] Los niveles de satisfacción son más altos cuando los organismos han proporcionado activamente información y apoyo[2] En cambio, muchas más víctimas expresan una profunda consternación por el modo en que fueron tratadas por el sistema de justicia penal, incluidos los tribunales.
3.3 Un tema común planteado en las presentaciones y consultas es la disparidad entre el papel de la víctima tal como se transmite en la legislación y la experiencia de la víctima en la práctica. A pesar de la introducción de legislación y programas para protegerlas, incluirlas y apoyarlas durante el proceso del juicio penal, muchas víctimas informan de que no son tratadas como esperan.
Participación de las víctimas en el sistema de justicia penal
Esta entrada repasa la evolución histórica del papel de las víctimas de delitos en los sistemas de justicia penal de derecho común. Presenta y evalúa la investigación sobre el impacto de estos cambios en las víctimas y en el sistema de justicia penal. A continuación, se analizan las nuevas perspectivas y sistemas alternativos para integrar a las víctimas en los procedimientos. La entrada concluye señalando algunas implicaciones para las políticas de justicia penal relativas a las víctimas de delitos.
En los sistemas de justicia adversarial, un juicio penal implica un conflicto entre dos adversarios -el Estado y el acusado- y la búsqueda de la “verdad” se lleva a cabo ante un adjudicador imparcial -el juez-. En siglos anteriores, las víctimas de los delitos tenían que asumir la responsabilidad de perseguir al delincuente y llevarlo ante la justicia. Con el tiempo, esta situación cambió. Con la centralización del poder y la creación del concepto de “paz del Rey”, las víctimas perdieron su papel activo en la justicia. El Estado comenzó a perseguir al acusado en nombre de la comunidad, y la víctima del delito quedó relegada al papel de testigo de la acusación.
Cómo se trata a las víctimas en nuestro sistema de justicia penal
El viaje de las víctimas comienza con el delito, pero luego puede tomar dos caminos diferentes. Muchas víctimas pueden optar por no denunciar el delito. En consecuencia, nunca entran en contacto con el sistema de justicia penal. Los delitos que han sufrido estas víctimas forman parte de la “cifra negra” de la delincuencia (el número incuantificable de delitos que se producen, pero que no se denuncian). Un número menor de víctimas de delitos opta por denunciar el delito e intentar navegar por el sistema de justicia penal.
La denuncia de un delito a la autoridad competente es el primer paso en el camino de la víctima para conseguir justicia a través del sistema de justicia penal. Por lo tanto, es importante que la interacción inicial con la víctima sea una experiencia positiva para ella: no sólo establece el tono para el proceso de justicia penal posterior sino que, en los casos en que el caso no va más allá de la fase de denuncia y/o investigación, puede representar toda la experiencia que la víctima tiene con el sistema.
Es importante que desde el principio, es decir, en la fase de denuncia, el sistema de justicia penal actúe de forma sensible a la víctima. Entre los elementos que definirán si la víctima puede o no desarrollar confianza en el proceso están: la forma en que se formulan las preguntas y cómo se recogen las pruebas físicas; el entorno y la atmósfera a los que se expone a las víctimas mientras denuncian el delito; y si se proporciona información completa sobre el proceso. La necesidad de un enfoque sensible a la víctima continúa en la fase de investigación y juicio.