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Definición de derecho
Iustitia (“Señora Justicia”) es una personificación simbólica del poder coercitivo de un tribunal: una espada que representa la autoridad del Estado, una balanza que representa una norma objetiva y una venda que indica que la justicia debe ser imparcial[1].
Pero, después de todo, ¿qué es una ley? Cuando digo que el objeto de las leyes es siempre general, quiero decir que el derecho considera a los sujetos en masa y a las acciones en abstracto, y nunca a una persona o acción en particular. Desde este punto de vista, vemos enseguida que ya no se puede preguntar a quién corresponde hacer las leyes, puesto que son actos de la voluntad general; ni si el príncipe está por encima de la ley, puesto que es un miembro del Estado; ni si la ley puede ser injusta, puesto que nadie es injusto consigo mismo; ni cómo podemos ser a la vez libres y sujetos a las leyes, puesto que no son más que registros de nuestras voluntades.
Ha habido varios intentos de elaborar “una definición universalmente aceptable del derecho”. En 1972, el barón Hampstead sugirió que no se podía elaborar tal definición[30]. McCoubrey y White dijeron que la pregunta “¿qué es el derecho?” no tiene una respuesta sencilla[31]. Glanville Williams dijo que el significado de la palabra “derecho” depende del contexto en el que se utiliza esa palabra. Dijo que, por ejemplo, el “derecho consuetudinario primitivo” y el “derecho municipal” eran contextos en los que la palabra “derecho” tenía dos significados diferentes e irreconciliables[32] Thurman Arnold dijo que es obvio que es imposible definir la palabra “derecho” y que también es igualmente obvio que no se debe abandonar nunca la lucha por definir esa palabra[33] Es posible adoptar la opinión de que no es necesario definir la palabra “derecho” (por ejemplo, “olvidémonos de las generalidades y vayamos a los casos”)[34].
Clasificación de las notas legales
La Oficina de Gestión y Presupuesto de los Estados Unidos (OMB) exige a las agencias federales que utilicen un mínimo de dos etnias en la recogida y presentación de datos: Hispano o Latino y No Hispano o Latino. La OMB define “hispano o latino” como una persona de origen cubano, mexicano, puertorriqueño, sudamericano o centroamericano, o de otra cultura u origen español, independientemente de su raza.
Las agencias del gobierno federal de los Estados Unidos deben adherirse a las normas emitidas por la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), que especifican que la raza y el origen hispano (también conocido como etnia) son dos conceptos separados y distintos. Estas normas reflejan generalmente una definición social de raza y etnia reconocida en este país, y no se ajustan a ningún criterio biológico, antropológico o genético. Las normas incluyen dos categorías mínimas para los datos sobre etnicidad: “Hispano o latino” y “No hispano o latino”. Las personas que se declaran hispanas pueden ser de cualquier raza y se identifican como tales en nuestras tablas de datos. Las siguientes fuentes proporcionan datos de población sobre el origen hispano y la raza:
Explicar la clasificación del derecho
En el pasado, el estilo del Código era añadir palabras como “de esta subsección”, “de esta sección” y “de este capítulo” tras las referencias a un párrafo, subsección o subcapítulo. Esta práctica no sólo se abandonó hace varios años, sino que también se ha trabajado para eliminar estos añadidos editoriales en todos los títulos de la ley no positivos. Sin embargo, las palabras “de este título” se siguen añadiendo editorialmente al traducir las referencias a otras secciones del mismo título.
Las notas legales contienen características tanto de los títulos de derecho positivo como de los no positivos. Al igual que en las secciones de derecho positivo, el texto de las notas legales se cita exactamente como aparece en el acto original, sin traducciones. Sin embargo, al igual que en las secciones de derecho no positivo, se insertan corchetes cuando es necesario para indicar el material editorial, como las citas de referencias cruzadas, las fechas de promulgación o la información de clasificación en las notas de título corto y fecha de entrada en vigor.
Las traducciones y los cambios de redacción realizados en las secciones de los títulos de las leyes no positivas son puramente técnicos y no cambian el significado de la ley. No se introducen otros cambios en el texto, salvo en virtud de una enmienda específica o de tipo global, como un cambio de nombre o una transferencia de funciones que se explica en una nota bajo la sección. Los errores ortográficos, gramaticales y de puntuación en la ley original no se corrigen editorialmente en el Código. Tanto en los títulos de las leyes positivas como en las no positivas, si una disposición legal se promulga con palabras mal escritas o con puntuación duplicada o ausente, se pone en el Código exactamente como se promulgó, insertando una nota a pie de página si es necesario para indicar el probable error. Las incoherencias menores en el formato del texto, como el tipo de letra, el espaciado o los márgenes que aparecen en la ley promulgada, se ajustan ocasionalmente para que coincidan con el estilo del Código sin comentarios.
Clasificación del derecho – wikipedia
El término “odio” puede ser engañoso. Cuando se utiliza en una ley de delitos de odio, la palabra “odio” no significa rabia, ira o desagrado general. En este contexto, “odio” significa prejuicio contra personas o grupos con características específicas definidas por la ley.
A nivel federal, las leyes sobre delitos de odio incluyen los delitos cometidos por la raza, el color, la religión, el origen nacional, la orientación sexual, el género, la identidad de género o la discapacidad percibida o real de la víctima.
La mayoría de las leyes estatales sobre delitos de odio incluyen los delitos cometidos por motivos de raza, color y religión; muchas incluyen también los delitos cometidos por motivos de orientación sexual, género, identidad de género y discapacidad.
El “delito” en los delitos de odio suele ser un delito violento, como la agresión, el asesinato, el incendio provocado, el vandalismo o las amenazas de cometer tales delitos. También puede abarcar el hecho de conspirar o pedir a otra persona que cometa tales delitos, incluso si el delito nunca se llevó a cabo.
Según la Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU., no se puede perseguir a las personas simplemente por sus creencias. Las personas pueden sentirse ofendidas o molestas por creencias que no son ciertas o que se basan en falsos estereotipos, pero no es un delito expresar creencias ofensivas o unirse a otras personas que comparten esas opiniones. Sin embargo, la Primera Enmienda no protege contra la comisión de un delito, sólo porque la conducta esté arraigada en creencias filosóficas.